sábado, 15 de mayo de 2010

TEORIA DEL DESARROLLO HUMANO (MELANIE KLIEN)

MECANISMOS DE DEFENSA:

Son procesos psíquicos inconscientes, automáticos, que tienden a evitar el conocimiento consciente de ideas y afectos que resultan displacenteros para el individuo. Las situaciones frente a las cuales actúan los mecanismos de defensa son aquellas cuyo contenido gira alrededor de la defensa de la autoestima. El narcisismo desempeña un papel central como motor motivacional de los mecanismos de defensa.

Los principales mecanismos de defensa son:

Represión: proceso de expulsión de la c0onciencia de una idea que provoca una vivencia penosa. Esta expulsión puede tener como manifestación un olvido o dar lugar a una formación de sustitutos. Por un lado, contenidos previamente reprimidos, al entrar en conexión asociativa con nuevas ideas atraerían a estas hacia el inconsciente. Por el otro, desde los estratos superiores se rechazaría el contenido a reprimir hacia el inconsciente. Debe pensarse que, al entrar la nueva representación en contacto con la que provocó la repulsa inicial, y por lo tanto la represión, ambas representaciones forman una nueva estructura, y que el rechazo que se ejercía sobre la primera se realizará ahora sobre la estructura de la que es parte.

Negación: es la afirmación mediante una expresión lingüística de que algo no existe o no tiene determinado atributo, afirmación ocasionada por el sufrimiento que originaría su reconocimiento. Mediante la negación, el contenido de una idea reprimida puede hacerse consciente con la condición de que sea aceptado como no existente. Se diferencia de la represión en el hecho de que en ésta la idea reprimida no tiene acceso a la consciencia.

Renegación: es el rechazo del conocimiento de una realidad que contraría a una creencia. La renegación se puede realizar a través de diversas modalidades: la fantasía, las palabras y los actos. Al crearse una situación opuesta a la realidad, se contrarresta el carácter no aceptable de ésta. Pero la renegación puede consistir, no en una compensación, sino en hacer como si la realidad no existiera.

Desplazamiento: implica la existencia de la represión. Puede caracterizarse como el pasaje del interés, de la importancia o del afecto de una idea a otra, relacionada con la anterior por lazos contextuales o de analogía.

Clivaje, escisión, disociación: el término clivaje o escisión tiene significados diferentes para Freud y para Melanie Klein. En éste, el clivaje del yo designa un fenómeno particular que se concibe en actividad sobre todo en el fetichismo y en la psicosis: la coexistencia en el seno del yo de dos actitudes psíquicas en relación con la realidad exterior, en la medida en que ella contraría una exigencia pulsional; una, teniendo en cuenta la realidad, la otra, renegando de ella y colocando en su lugar una producción del deseo. Estas dos actitudes persisten una al lado de la otra sin influirse recíprocamente.

Para Melanie Klein, el concepto de clivaje adquiere una importancia central, ya que es considerada como la defensa más primitiva frente a la angustia. El objeto es clivado (escindido) en un “objeto bueno”, fuente de placer, y un “objeto malo”, amenazador. El clivaje consiste en que la vivencia de placer es adscripta a un objeto que pasa a ser considerado como independiente de aquel que ocasiona el displacer.

Proyección, identificación proyectiva: la proyección es la operación por la cual se atribuyen al otro (ya sea una persona o una cosa) cualidades, sentimiento, deseos, que el sujeto rechaza reconocer como propios. Ésta consiste en la fantasía de que partes de la propia persona son escindidas y así casi forzadas a penetrar en el objeto. La identificación proyectiva kleiniana y la proyección de Freud no se corresponden exactamente. En la proyección, el individuo hace un juicio del tipo “yo no soy tal cosa (repudiable), él (el otro) es tal cosa”. En la identificación proyectiva, al imaginar que el otro tiene en su interior una parte de sí, se tiende a borrar la diferencia entre la propia persona y el otro. En la clínica existe otro empleo del término identificación proyectiva. Mientras que en lo que hemos considerado hasta aquí se refiere a una fantasía que opera modificaciones en las representaciones que el individuo hace de sí y del mundo, en algunos casos la identificación proyectiva es considerada una maniobra realizada sobre el objeto externo real. Ejemplo de ello es cuando un sujeto para elevar su autoestima desvaloriza a otro (modificación del objeto externo real), y luego, por contraste, puede sentirse él valorizado. En este caso, la identificación proyectiva es un mecanismo defensivo interpersonal, en que el otro sufre el efecto de lo que se identifica proyectivamente en él.

Idealización: es la exaltación de la perfección del objeto o de sí mismo mediante la atribución exagerada de propiedades positivas y la exclusión de las negativas. La idealización es una etapa normal y necesaria en la evolución del niño, para poder construir un sentimiento de autoestima.

Defensas maníacas: según Melanie Klein los mecanismos de defensa no actúan aisladamente, sino formando estructuras. Las defensas maníacas se caracterizan por el clivaje, la negación, la idealización y el control omnipotente de los objetos. Las vivencias del individuo son de triunfo y control sobre el objeto de desprecio.

Aislamiento: es la separación entre dos pensamientos o dos actos que están naturalmente relacionados, cuya finalidad es anular el sentido displacentero que emergería si se tuviera conciencia de ésta relación.

Intelectualización: es la utilización del pensamiento abstracto con la finalidad de impedir el surgimiento de ideas específicas que tendrían una repercusión emocional desagradable.

Anulación: es la utilización de un pensamiento, palabra o gesto, con la finalidad de fantasear que el que precedió no ha existido o su efecto fue borrado. La anulación es particularmente importante en la neurosis obsesiva, en la que deben realizarse numerosos rituales con la finalidad de anular presuntas situaciones peligrosas.

Transformación en lo contrario y formación reactiva: consiste en reemplazar una idea o un sentimiento repudiado por su antítesis. Ejemplo de ello es el niño que, ante el impulso hostil que experimenta ante un nuevo hermano, se acerca a éste y le da un beso.

Vuelta sobre sí mismo: ante el rechazo que experimenta de centrar en otra persona un impulso o idea, el sujeto los dirige sobre sí mismo. Los impulsos agresivos hacia otro que no son tolerados, toman al propio individuo como objeto.

Identificación con el agresor: el sujeto pasa a tomar como identidad la de la figura por la que se sintió agredido. De agredido en la situación original, deviene en agresor. Una vez identificado con éste, existen dos posibilidades: colocar al otro en el lugar que él ocupó originalmente, o atacarse a sí mismo como el otro lo atacaba.

Externalización: es la transformación de un conflicto intrapsíquico en interpersonal, mediante la ubicación en el otro de uno de los términos de conflicto, quedando identificado el propio sujeto con aquel término compatible con su ideal del yo. La externalización puede ser explicada en términos del clivaje e identificación proyectiva.

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